Podría escribir mucho acerca de los motivos por los cuales me llevaron a entrar en una sala de cine a ver esta película sin necesidad de buscar información y sólo ver el tráiler en la sesión previa a la última de James Bond.
Poco más me hizo falta puesto que si bien Tom Hanks no ha sido uno de mis actores predilectos, confieso que tiene películas soberbia y si a eso le juntamos a Steven Spielberg, tenemos una mezcla de la cual puede salir un buen resultado.
Guerra Fría, pelea USA vs URSS, guerra de espías, interesante argumento que puede parecer que se haga un poco larga para algunos, pero que te deja pegado al asiento, sinceramente y, los apasionados o aficionados al derecho verán un claro ejemplo de gran profesionalidad de un letrado y varias estratagemas con las que nos vemos diariamente.
Uno el hecho del secreto profesional, vit
al en nuestra profesión y una de las garantías de esa confianza entre abogado y cliente, hasta el punto que debe estar por encima, incluso de los intereses políticos o de un determinado estado, a lo que me lleva la cuestión interesante para los Estados Unidos: ¿es más importante el secreto profesional o los intereses del Estado?
Por otro, la garantía de los derechos fundamentales y en especial la tutela judicial efectiva. ¿Tienen todos los ciudadanos unos derechos fundamen
tales, incluso el de defensa, con independencia de los hechos que se le imputen?
Por último, el escabroso tema de los juicios paralelos realizados por la prensa pública o el resto de ciudadanos que, muy a la ligera, hacen sus propios juicios sin importar la relevancia o no de las pruebas que se den al caso.
Estos temas se reproducen en la película y me han trascendido y se plantean con bastante acierto y, algunos de ellos, pueden ser traídos al mundo actual.
Película recomendable y, una vez más, os dejo el trailer, que por cierto, me ha llevado sin duda a esa Berlin oriental post guerra.
Al rincón de X.P. 